La anorexia sexual -por aquello de la falta de apetito sexual- lo pueden padecer tanto mujeres como hombres y es una de las causas de consultas en terapia de pareja. El Diario de la Asociación Médica de Norteamérica describe que la padecen, en mayor o menor grado, cuatro de cada diez mujeres y tres de cada diez hombres. Pero la inapetencia sexual no es el problema sino un síntoma más de que algo marcha por mal camino.
Según afirman los sexólogos, el deseo sexual en las personas es un fenómeno fundamentalmente psicológico que se apoya sobre estructuras cerebrales, y está regulado por neurotransmisores que lo exaltan o lo inhiben. De esta manera, no es asunto simple ni mecánico porque al ser un fenómeno manejable por la mente, suele estar estrechamente relacionada con las experiencias individuales, y bien sabemos que pueden haber tantas como personas hay. Frecuentemente, no la desata una cuestión en particular, sino un conjunto de situaciones específicas que hayan sucedido o estén sucediendo; también por déficit hormonal.
La inapetencia sexual puede moverse desde “un tiempo que no tengo ganas” hasta “nunca he tenido ganas” o pasa el límite del “no me interesa” para expresar además aversión hacia las relaciones coitales. Algunas mujeres jóvenes o adultas asumen la peor de las salidas: fingir que la pasan de maravilla o que están sintiendo “algo” y esto, lógicamente, no las beneficia para nada, aunque su inapetencia sexual sea solo momentánea o temporal.
Para los varones, tal simulación no es posible ya que si ellos no tienen deseos sexuales, no se produce la erección. Este sería un problema que salta a la vista, afecta su virilidad y necesita una rápida solución. Sin embargo, entre las mujeres muchas veces tarda en ser consultado al especialista.
Según afirman los sexólogos, el deseo sexual en las personas es un fenómeno fundamentalmente psicológico que se apoya sobre estructuras cerebrales, y está regulado por neurotransmisores que lo exaltan o lo inhiben. De esta manera, no es asunto simple ni mecánico porque al ser un fenómeno manejable por la mente, suele estar estrechamente relacionada con las experiencias individuales, y bien sabemos que pueden haber tantas como personas hay. Frecuentemente, no la desata una cuestión en particular, sino un conjunto de situaciones específicas que hayan sucedido o estén sucediendo; también por déficit hormonal.
La inapetencia sexual puede moverse desde “un tiempo que no tengo ganas” hasta “nunca he tenido ganas” o pasa el límite del “no me interesa” para expresar además aversión hacia las relaciones coitales. Algunas mujeres jóvenes o adultas asumen la peor de las salidas: fingir que la pasan de maravilla o que están sintiendo “algo” y esto, lógicamente, no las beneficia para nada, aunque su inapetencia sexual sea solo momentánea o temporal.
Para los varones, tal simulación no es posible ya que si ellos no tienen deseos sexuales, no se produce la erección. Este sería un problema que salta a la vista, afecta su virilidad y necesita una rápida solución. Sin embargo, entre las mujeres muchas veces tarda en ser consultado al especialista.
Razones
Algunos psicólogos hablan de que este trastorno sexual tiene como origen general, la falta de diálogo: la mujer no tiene deseos pero es incapaz de expresar sus sentimientos por miedo al ridículo o a frustrar a su pareja. Normalmente el hombre no entiende que le ocurre a ella, y de esta manera comienza el alejamiento. Tal distancia va provocando que la mujer se sienta incomprendida o no considerada.
Psicólogos y sexólogos consideran la anorexia sexual, sobre todo la perenne, como una situación muy compleja cuyas raíces en muchas ocasiones están profundamente escondidas. Recorren una multivariedad de causas posibles. Uno de los casos más comunes se da cuando existe la frustración, por desatención o por la falta de cariño. En este caso la falta de deseo no es más que una manifestación del desvanecimiento de la química, pasión o el erotismo.
En aquellas personas que nunca se han sentido muy sexuales, su relación con personas sexualmente normales confluye en problemas.
Para personas con una educación familiar o religiosa muy represiva, o que han pasado por una experiencia sexual tra-umática. Aquellos que aunque han tenido una vida sexual normal, su inapetencia coincide con una crisis de pareja. Aquellos en cuyas relaciones de pareja se les aplica un papel de sometimiento y donde el rencor se manifiesta con la falta de deseo.
Causas
Los depresivos y las personas obsesivas pierden una de las partes más importantes de sus vidas, la sexual.
Aquellas personas que han encontrado otro "objeto" del deseo, fuera del ámbito de la pareja. En cualquiera de estos casos, la recomendación es una: la ayuda especializada primeramente, del médico o especialista. Ahondando en las historias de vida de mujeres con disfunciones sexuales severas, los especialistas han hallado que tales mujeres con frecuencia recibieron una educación inflexible.
Sin embargo, la raíz del asunto solo es posible develarla mediante profundos estudios psicológicos que pongan al descubierto las causas del problema.
quy � m r �{ �{ a los pacientes con manifestaciones clínicas porque es un cuadro de diarrea aguda, un gran número de evacuaciones. El paciente empieza a sentirse debilitado y a tener hipotensión y eso puede ocurrir en el curso de horas. Algunos psicólogos hablan de que este trastorno sexual tiene como origen general, la falta de diálogo: la mujer no tiene deseos pero es incapaz de expresar sus sentimientos por miedo al ridículo o a frustrar a su pareja. Normalmente el hombre no entiende que le ocurre a ella, y de esta manera comienza el alejamiento. Tal distancia va provocando que la mujer se sienta incomprendida o no considerada.
Psicólogos y sexólogos consideran la anorexia sexual, sobre todo la perenne, como una situación muy compleja cuyas raíces en muchas ocasiones están profundamente escondidas. Recorren una multivariedad de causas posibles. Uno de los casos más comunes se da cuando existe la frustración, por desatención o por la falta de cariño. En este caso la falta de deseo no es más que una manifestación del desvanecimiento de la química, pasión o el erotismo.
En aquellas personas que nunca se han sentido muy sexuales, su relación con personas sexualmente normales confluye en problemas.
Para personas con una educación familiar o religiosa muy represiva, o que han pasado por una experiencia sexual tra-umática. Aquellos que aunque han tenido una vida sexual normal, su inapetencia coincide con una crisis de pareja. Aquellos en cuyas relaciones de pareja se les aplica un papel de sometimiento y donde el rencor se manifiesta con la falta de deseo.
Causas
Los depresivos y las personas obsesivas pierden una de las partes más importantes de sus vidas, la sexual.
Aquellas personas que han encontrado otro "objeto" del deseo, fuera del ámbito de la pareja. En cualquiera de estos casos, la recomendación es una: la ayuda especializada primeramente, del médico o especialista. Ahondando en las historias de vida de mujeres con disfunciones sexuales severas, los especialistas han hallado que tales mujeres con frecuencia recibieron una educación inflexible.
Sin embargo, la raíz del asunto solo es posible develarla mediante profundos estudios psicológicos que pongan al descubierto las causas del problema.
¿Qué medidas debe tomar la persona una vez detectado el cólera?
En este momento hay que tomar lo que se llama presencia de un brote de cólera relacionado con casos importados de República Dominicana. Todas las personas que hayan tenido contacto con ese grupo de personas o que hayan estado en República Dominicana, si hacen síntomas, deberían tomarse en cuenta.
Una vez que tengamos casos autóctonos, cualquier paciente que tenga diarrea aguda, en adultos con más de 7 u 8 evacuaciones de forma seguida y en niños con diarrea de clasificación moderada a severa deben ser evaluados rápidamente por el médico. La presencia del signo cardinal es diarrea, decaimiento, fatiga y cansancio puede ser cualquiera de los síntomas no específicos.