Los problemas digestivos resultan ser comunes en algunos niños con trastornos del desarrollo multifactorial, entre los que se encuentran el autismo. Gastritis, colitis, cólicos y alergias son algunas de las patologías que suelen presentar estos pacientes ya que muchos de ellos son muy selectivos con las comidas y sólo consumen un tipo de alimento por lo general el que más daño le hace y rechazan los otros.
La Dra. Lilian Negron, medico psiquiatra y presidenta fundadora de la Sociedad Venezolana para Niños y Adultos Artistas, afirma que una dieta libre de gluten( trigo , avena, cebada, sémola, malta) y de caseína ( leche y derivados lácteos : queso, manteca, cremas) puede contribuir a controlar la conductas inadecuada de los autistas.
Su afirmación se basa en el resultado de una investigación, que recoge la lista ACA del colombiano Carlos Póveda, que determinó que la mayoría de los niños autistas tienen un intestino permeable o agujereado esta condición puede ser congénita ( desde el nacimiento) o producida por una lesión inmunológica como resultado de una mala reacción a una inmunización.
Explicó la especialista, que el intestino afectado permite que algunas proteínas de alimento particularmente el gluten y la caseína pasen a través de él al torrente sanguíneo sin ser dirigidas totalmente. Esas proteínas tienen un efecto idéntico al de los narcóticos, afectando la función cerebral, al punto de magnificar los síntomas autísticos.
María Russo Lahoud, madre del joven autista Daniel José y colaboradora de Sovenia, ofreció su testimonio en el I Seminario de Autismo realizado recientemente en Lechería. Russo señala que hace 24 años llevó a su hijo a varios especialistas hasta que la Dra. Negrón lo diagnostico como autista. Desde ese momento comenzó un tratamiento basado en esta dieta y pudo notar el cambio en el comportamiento del niño.
“Desde entonces trabajo con Sovenia, y me he involucrado mucho con el área nutricional para ayudar a través de mí experiencia a otros padres para que aprendan a manejar la alimentación de sus hijos”, comento Russo Lahoud.
En el encuentro regional, la Dra. Negrón destacó que hay múltiples variantes genéticas que predisponen al autismo y son desencadenadas por factores ambientales como la exposición a tóxicos (mercurio). Pero hay tratamiento que los padres pueden probar para ayudar a sus hijos a mejorar su relación con el entorno, sin necesidad de prescripción asada en exámenes de laboratorio.
Como principales alternativas está la dieta libre de gluten y caseína, una alimentación libre de aditivos, colorantes y sabores artificiales, que sea variada y fresca. Además darle al niño suplementos de calcio, vitamina D, E B6 Y B12, magnecio, zinc, selenio, omega 3, ácido fólico y L-Carnitina.
“Estas dosis elevadas de vitaminas son necesarias porque la aportan al intestino permeables los nutrientes que no absorben de los alimentos necesarios para la producción de neurotransmisores y aminoácidos”, explicó Negrón, quien es segunda vicepresidenta de la Felac, practicante del Protocolo D.AN. (Derrotar el Autismo Ahora siglas en inglés).
La psiquiatra comenta que no todos los niños van a mejorar con este tipo de intervenciones nutricionales, pero si van a experimentar algún grado de mejoría máxima. “Mientras más temprano se haga la evaluación del niño y se comience el tratamiento, mejor será su evolución. No hay que ver y esperar porque el tiempo pasará y el tratamiento detiene el daño, pero no repara los ya ocurridos.
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