Quizás no lo sepamos, pero la risa es primordial para nuestra salud. De ahí que muchos profesionales hayan creado una serie de terapias específicas para provocar la risa, y curar así una serie de enfermedades, tanto psicológicas, como somáticas.
La risoterapia o el yoga de la risa fueron inventadas por un médico indio, el doctor Madan Kataria. Este antiguo cardiólogo descubrió que los pacientes se curaban antes si se reían. Por eso, él fue quien abrió el primer centro de risoterapia en la India.
Hoy en día, existen miles de centros especializados, que enseñan a sus adeptos a recuperar la risa infantil. Los entrenadores de la risa acuden a los centros de la tercera edad, a los hospitales y residencias de enfermos para enseñar a reírse.
Reírse a carcajadas durante un minuto corresponde a una relajación de 45 minutos. Los beneficios de la risa se pueden medir: relajación muscular, calma espiritual, eliminación de tensiones, serenidad interior. Pero, ¿qué ocurre en el organismo cuando nos reímos?
Al reírnos, la producción de endorfinas aumenta en un tercio. Esta hormona natural es un excelente antiestrés para el organismo. La risa masajea también nuestros órganos internos, lo que permite eliminar tensiones, y aliviar ciertos dolores musculares.
En algunos hospitales, gracias a la risoterapia, se han podido bajar las dosis de morfina utilizadas para los enfermos. Con la risa se favorece la digestión, la fabricación de anticuerpos, la circulación sanguínea y el sueño.
Pero, eso no es todo, la risa cultiva los sentimientos positivos y favorece las relaciones personales. En resumen, cuando nos reímos, conseguimos desdramatizar mejor nuestros problemas y facilitamos la comunicación interpersonal.
Cada vez que nos reímos, conseguimos ver la vida con otros ojos, y eso es un potencial que nadie debería perderse.
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